Se acaba el mes de agosto y comienza septiembre, con él un nuevo curso. Un nuevo año que afrontaremos con esfuerzo e ilusión y en el que todos juntos... maestros y maestras, alumnos y alumnas, padres y madres, abuelos y abuelas... iremos de la mano caminando, corriendo, volando y sorteando los obstáculos que nos encontremos en ese a veces fácil y a veces difícil camino. Y por fin llegar a la meta, por el mes de junio, con la satisfacción de que el terreno andado ha merecido la pena ser caminado, ser corrido o ser volado, y aquello que hubiéramos sembrado a la orilla de esa vereda... florezca en los campos y perdure en la memoria.
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