En esta ocasión visitamos el cortijo "El Obispo", donde todos los que allí llegamos pudimos tomar un merecido tentempié tras casi una hora de camino. En él nos esperaba Patricio, quién amablemente nos fotografió y las puertas del recinto nos abrió, para nuestro descanso y disfrute de juegos en plena naturaleza. Desde estas líneas queremos agradecer a Juan Bueno su atención con el colegio y con los niños y niñas de Escañuela, así como su buena disposición para abrirnos las puertas de sus instalaciones.
Ahora tocaba regresar, la hora de las vacaciones llegaba y el trimestre terminaba. Pero aquí no todo acabó, las notas fueron lo MEJOR o... lo peor.